MI QUERIDA SOCIEDAD DE SOCORRO

domingo, 3 de enero de 2010

SE DESCRIBEN LOS OBJETIVOS DE LAS REUNIONES DE LA SOCIEDAD DE SOCORRO


Octubre 21, 2009


“El usar las reuniones de la Sociedad de Socorro apropiadamente incrementará la capacidad de la Sociedad de Socorro para trabajar de maneras poderosas con los líderes del sacerdocio en cada barrio”, dijo la hermana Julie B. Beck durante la Reunión General de la Sociedad de Socorro que se llevó a cabo el 26 de setiembre.

La hermana Beck anunció que el nombre de “Superación personal, de la familia y el hogar” ha quedado descontinuado a partir de la fecha. Añadió: “Todas las futuras reuniones de la Sociedad de Socorro se llamarán como lo que son: reuniones de la Sociedad de Socorro”.

También explicó que estas reuniones pueden ser suplementos valiosos a la instrucción que las hermanas reciben los domingos especialmente para las hermanas que sirven en la Primaria o las Mujeres Jóvenes o quienes no puedan asistir a las reuniones dominicales. También son un buen lugar para llevar amigas de otras creencias o para incluir a aquellas hermanas que no participan activamente en la Iglesia.

Durante su discurso, la Hna. Beck destacó numerosos objetivos y procedimientos para las reuniones entre semana de la Sociedad de Socorro. A continuación mencionamos las directivas que la hermana Beck incluyó en su discurso para las reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro:



• La presidenta de la Sociedad de Socorro debe supervisor todas las reuniones de la Sociedad de Socorro.
• La presidenta de la Sociedad de Socorro debe reunirse en consejo con su obispo de manera periódica para planificar cómo estas reuniones pueden suplir las necesidades de las personas y las familias del barrio.
• Los planes deben estar de acuerdo con las políticas existentes sobre actividades, incluyendo las políticas acerca de las finanzas.
• Los planes de las reuniones deben ser aprobados por el Obispo.
• Por lo menos un miembro de la presidencia de la Sociedad de Socorro debe asistir a todas las reuniones.
• La presidenta de la Sociedad de Socorro debe supervisar las reuniones, pero puede pedir a la primera o segunda consejera o recomendar a una hermana del barrio para que sea llamada como coordinadora de las reuniones.
• La presidencia de la Sociedad de Socorro determina con oración con cuánta frecuencia y dónde se deben realizar estas reuniones.
• Las reuniones generalmente se deben realizar una vez al mes. El obispo y la presidenta de la Sociedad de Socorro determinan la frecuencia de las reuniones. Se deben hacer esfuerzos para realizar las reuniones por lo menos trimestralmente.
• Las reuniones se deben llevar a cabo en un horario que no sea domingo o lunes por la noche.
• Las hermanas no deben sentir que es una obligación para ellas asistir a todas estas reuniones.
• Cuando se planifiquen las reuniones, la presidencia de la Sociedad de Socorro debe tomar en consideración los compromisos de tiempo de las hermanas, las circunstancias familiares, la distancia y el costo del transporte, el costo financiero para el barrio, la seguridad y otras circunstancias locales.
• Bajo la dirección del obispo, las reuniones pueden usarse para suplir las necesidades espirituales y temporales de las personas y las familias y para fortalecer la unidad.
• Las reuniones deben cumplir las “responsabilidades caritativas y prácticas” de la Sociedad de Socorro. Éstas deben incrementar la fe y la rectitud personales, fortalecer a las familias y los hogares y proporcionar servicio.
• Al planificar reuniones, la presidencia de la Sociedad de Socorro debe dar prioridad a temas que cumplan los propósitos de la Sociedad de Socorro, tales como el matrimonio y la familia, la economía doméstica, la vida providente y la auto-suficiencia, servicio caritativo, templo e historia familiar, compartir el evangelio y otros temas solicitados por el obispo.
• Las reuniones pueden enfocarse en un tema o estar divididas en más de una clase o actividad.
• Generalmente, las maestras deben ser miembros del barrio o de la estaca.
• Una reunión al año puede usarse para conmemorar la fundación de la Sociedad de Socorro y enfocarse en su historia y propósito.



“Cuando planifiquemos, debemos preguntar qué es lo que el Señor necesita que aprendamos y lleguemos a ser con el objeto de que estemos preparadas para la vida eterna”, dijo la hermana Beck. “En la sabiduría del Señor, cada barrio tiene sus propias características únicas, que ningún otro barrio comparte. Esto se puede comparar al ADN que identifica a cada ser humano como único.

“Cada obispo tiene responsabilidad sobre su barrio específico”, continuó la hermana Beck. “Cada presidenta de la Sociedad de Socorro de barrio tiene un llamamiento para ayudar a un obispo. A cada obispo y presidencia de la Sociedad de Socorro se le han impuesto las manos para recibir inspiración para sus responsabilidades particulares, y no para cualquier otro barrio o grupo de hermanas de la Sociedad de Socorro”.

La hermana dijo que al funcionar de esta manera, la Sociedad de Socorro puede ayudar a preparar familias para emergencias y ayudar a hermanas y familias a prepararse para el templo. Ellas pueden compartir el evangelio y enseñar y mejorar las habilidades de economía doméstica.

El discurso de la hermana Beck servirá como la “política oficial actual” con respecto a las reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro. Ella dijo además: “Si tuvieran preguntas con respecto a cualquier asunto que hemos enseñado aquí después de estudiar este mensaje, por favor reúnanse en consejo en sus propios barrios y estacas para descubrir las soluciones que necesiten”.



Basado en un artículo en inglés escrito por Sarah Jane Weaver.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

VAYAN A LA SOCIEDAD DE SOCORRO


Ésta es una época en la cual a dondequiera que miremos en la sociedad, las mujeres y sus familias están en crisis. Los matrimonios están fracasando a un ritmo alarmante. Las mujeres luchan por escuchar la voz de la justa verdad en medio de una confusa cacofonía de voces que las instan con persuasión a hacer lo que es fácil o lo que es aceptable desde un punto de vista liberal o social. Hay muchas entre los 4.2 millones de miembros de la Sociedad de Socorro que están sufriendo y están confusas. ¿Entendemos quiénes somos? ¿Apreciamos cabalmente el hecho de que dentro de la organización de la Sociedad de Socorro tenemos todos los elementos y todos los recursos que necesitamos para aliviar una sola alma o para sanar un mundo trastornado?


Todas son bien recibidas en la Sociedad de Socorro. No hay un tipo único de mujer Santo de los Últimos Días aceptable. No importa de dónde provengan, ni cuáles sean sus debilidades, ni qué apariencia tengan: ¡aquí es donde deben estar! El Señor ama a cada una de ustedes, en forma individual y colectiva.

No somos mujeres comunes y corrientes. Somos mujeres del convenio, mujeres que hemos reconocido la verdad, aceptado el Evangelio de Jesucristo y hecho convenios con el Señor de seguirle y hacer Su voluntad. Y Él nos necesita --a cada una de nosotras-- para hacer nuestra parte al llevar a cabo Su gran obra de los últimos días entre los hijos de los hombres. Necesitamos la Sociedad de Socorro, y la Sociedad de Socorro nos necesita a nosotras.


Virginia U. Jensen - Primera consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro - Octubre, 1998