MI QUERIDA SOCIEDAD DE SOCORRO

miércoles, 30 de diciembre de 2009

VAYAN A LA SOCIEDAD DE SOCORRO


Ésta es una época en la cual a dondequiera que miremos en la sociedad, las mujeres y sus familias están en crisis. Los matrimonios están fracasando a un ritmo alarmante. Las mujeres luchan por escuchar la voz de la justa verdad en medio de una confusa cacofonía de voces que las instan con persuasión a hacer lo que es fácil o lo que es aceptable desde un punto de vista liberal o social. Hay muchas entre los 4.2 millones de miembros de la Sociedad de Socorro que están sufriendo y están confusas. ¿Entendemos quiénes somos? ¿Apreciamos cabalmente el hecho de que dentro de la organización de la Sociedad de Socorro tenemos todos los elementos y todos los recursos que necesitamos para aliviar una sola alma o para sanar un mundo trastornado?


Todas son bien recibidas en la Sociedad de Socorro. No hay un tipo único de mujer Santo de los Últimos Días aceptable. No importa de dónde provengan, ni cuáles sean sus debilidades, ni qué apariencia tengan: ¡aquí es donde deben estar! El Señor ama a cada una de ustedes, en forma individual y colectiva.

No somos mujeres comunes y corrientes. Somos mujeres del convenio, mujeres que hemos reconocido la verdad, aceptado el Evangelio de Jesucristo y hecho convenios con el Señor de seguirle y hacer Su voluntad. Y Él nos necesita --a cada una de nosotras-- para hacer nuestra parte al llevar a cabo Su gran obra de los últimos días entre los hijos de los hombres. Necesitamos la Sociedad de Socorro, y la Sociedad de Socorro nos necesita a nosotras.


Virginia U. Jensen - Primera consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro - Octubre, 1998